Creo saber muy bien lo que se tiene que sentir jugando al fútbol con Messi, o por ponerme más en mi quinta lo que quizás sintieron aquellos que jugaron con Maradona, con Van Basten o con Zubizarreta. El azar y la fortuna me han permitido pajarear algún mínimo rato con, entre muchos otros, Quique Carballal, con Gorka Ocio, con Salva Solé o con Rafael González, lo que yo entiendo por la primera división.
A veces nosotros, los del Deusto por poner un ejemplo, descubrimos a lo lejos un pequeño pájaro que luego resulta ser «ese pájaro» y todo parece tener sentido y durante una décima de segundo pensamos que somos Zubizarreta. Ayer en el Delta del Ebro tuve la inmensa fortuna de vivir algunos de estos efímeros momentos con una docena de exaltados ¡viva la exaltación!
Publicado en Facebook 4/9/2016